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May 24, 2018

 

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Cuento para niños desordenados y poco cuidadosos

La ardilla Camila

 

Vivía en el bosque una pequeña ardilla llamada Camila. Era una ardilla muy hermosa, con dos grandes y fuertes dientes incisivos y una cola de pelo brillante muy bonita, pero también, muy sucia y desordenada. Iba tirando al suelo los restos de su comida: cáscaras de plátanos, nueces, avellanas, bellotas, semillas, piñones, frutos silvestres, etc., dejando un reguero de basura que no gustaba nada a sus vecinos. Para colmo, no ponía cuidado cuando corría y arrasaba todo lo que encontraba en su camino sin importarle causar destrozos o llevarse por delante a las ardillas más pequeñas.

Muy hartos en la comunidad de ardillas decidieron hablar con ella:

— ¡No nos gusta tu actitud! No cuidas el bosque y no respetas a los demás. ¡No puedes seguir así!

— ¡No es para tanto! Pondré más cuidado — dijo Camila no muy convencida de sus palabras.

Otro día, desde la rama de un alto árbol empezó a tirar las cáscaras de las nueces que se estaba comiendo y, de repente, escuchó un grito de dolor:

— ¡Ay, qué daño me has hecho! — gritó una ardilla anciana. Y se marchó  quejándose, dolorida, con un chichón en la cabeza.

Al otro día, corriendo como hacía siempre, arrastró con la cola a una de las ardillas más pequeñas y la hirió en una pata.

Enterados en la comunidad de ardillas de todo lo ocurrido la llamaron de nuevo:

—¡Esto no puede volver a suceder! —le dijeron muy serios.

—¡Solo ha sido un accidente! —dijo molesta Camila marchándose rápidamente dejando a todos con la palabra en la boca.

Llegado este punto, la comunidad de ardillas del bosque acordaron recoger toda la basura que había tirado Camila y dejarla en la puerta de su madriguera.

Había un montón tan grande de basura que, al otro día, cuando Camila quiso salir a jugar, no pudo. Notó que olía muy mal y al asomarse por un agujero descubrió por qué no podía salir y de dónde venía el hedor.

—¡Ayudadme a salir de aquí! —gritó desesperada durante un rato.

Deliberando de nuevo la comunidad de ardillas le dijeron:

—Solo te ayudaremos a salir si prometes ser más civilizada y no tirar basura donde te venga en gana.

Al fin Camila pudo salir y recogió y llevó toda la basura amontonada al pozo mágico de los desechos dejando el bosque muy limpio. Además prometió ser más respetuosa y cuidar el bosque  y, al cambiar de actitud, todos descubrieron lo hermosa que era.

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Marisa Santamaría, La ardilla Camila. Cuento para niños desordenados y poco cuidadosos, guiainfantil.com, 24 de mayo del 2018.

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https://www.guiainfantil.com/ocio/cuentos-infantiles/la-ardilla-camila-cuento-para-ninos-desordenados-y-poco-cuidadosos/

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